Nueva entrega en Pasaporte y Manta, esta vez era hora de conocer la segunda ciudad más importante de Rusia, San Petersburgo, una ciudad palaciega, estrictamente ordenada y con mucha historia a sus espaldas.
Durante 3 días con los amigos Carlos y Jorge descubrimos los mejores lugares de esta ciudad y tuvimos la oportunidad de conocer el carácter de los habitantes de la ciudad.
+COMO LLEGAR:
Desde España la mejor manera es llegar en avión en vuelo directo o en vuelo con escala, nosotros optamos por la segunda opción comprando los billetes de avión con la compañía local Aeroflot, haciendo escala en Moscú y luego para llegar a San Petersburgo un vuelo interno de apenas 1 hora de duración con la misma compañía rusa.
Desde España hay muchas más conexiones con los aeropuertos rusos, vuelos casi diarios y en verano incluso varias frecuencias, las compañías que operan son la propia Aeroflot, S7 Airlines, Iberia y Air Europa.
Tras un caótico trayecto de ida con escala en Moscú y pérdida del vuelo de conexión con San Petersburgo, llegamos al coqueto Aeropuerto Internacional de San Petersburgo (LED), al viajar justo después de la disputa de la Copa Mundial de la FIFA, la ciudad estaba cuidada, limpia y segura.
Al ser un grupo de 3 personas el mejor método de transporte fue el taxi, que es bastante asequible, a través de Internet usamos las aplicaciones Uber, Gett y Yandex, todas ellas trabajan con la empresa local de taxis y también con particulares que ofrecen sus coches para hacer trayectos. Según pudimos dialogar con uno de los pocos taxistas que hablaban inglés, parece ser una práctica muy habitual desempeñar por la mañana un trabajo y por la tarde realizar unos cuantos viajes para complementar su bajo salario. Eso nos da algo de idea del nivel de vida del gran grueso de la población rusa.
El otro método de transporte público más utilizado de la ciudad es el metro, que a nuestro parecer tiene pocas estaciones, para abarcar toda la dimensión de la ciudad. Aunque todo hay que decirlo las estaciones son muy bonitas, en proximos post hablaremos de ello.
+DONDE DORMIR:
En todos los lugares donde nos informamos coincidían, la mejor zona de la ciudad para alojarse era a lo largo de la Avenida Nevsky, que era la avenida principal que conectaba el centro con la Estación de Tren (Leningrado).
Nosotros buscamos en Booking algo asequible y con buenas reseñas, el elegido fue el Hotel Anabel, nos dieron un pequeño apartamento de 2 habitaciones reformado, sin duda una muy buena opción. La entrada como como en todos los pisos y apartamentos era tenebrosa y un poco destartalada por el paso del tiempo, pero el interior del apartamento era completamente diferente y muy confortable.
El mapa del itinerario que seguimos fue el siguiente:
Día 1
Tras hacer el Check-In en el hotel tocaba dar una vuelta de reconocimiento por la ciudad para conocer e ir asentándonos, tomamos la Avenida Nevsky en dirección a la Estación de tren de San Petersburgo (Leniningado), de ahí continuamos la visita hacia el sur y aprovechamos a almorzar en la puerta del hotel en el restaurante Mama Na Dache ya pudimos ir conociendo la gastronomía Rusa, que se basa en sopas, ensaladas, estofados y platos contundentes. Con estos alimentos el pueblo ruso tiene que sobrevivir durante los duros meses de inviernos en los que llegan a alcanzar hasta los -20ºC grados bajo cero.
Ya caminando por la Avenida Nevsky, uno se puede dar cuenta de lo señorial de la ciudad, de lo ordenada de sus calles y estricta de su población. Caminar por esta avenida es poder encontrar edificios sensacionales, como la Casa Singer (Дом компании «Зингер») antigua sede de la marca de máquinas de coser y actualmente alberga una gran tienda de libros, justo enfrente podemos encontrar la Catedral de Kazán (Каза́нский кафедра́льный собо́р) finalizada en el año 1811 y con un gran parecido a la basílica de San Pedro en Roma, con una gran columnata y una cúpula central.

Si continuamos en dirección contraria a la Catedral por el canal Griboyedov podemos ver al fondo otra de las joyas de la corona e insignias de San Petersburgo, la Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada (Храм Спаса на Крови) o Catedral de la Resurrección de Cristo (Собор Воскресения Христова), concluida en 1907, se emerge en el mismo lugar donde fue asesinado el zar Alejandro II de Rusia en 1881 víctima de un atentado. De esta iglesia destaca lo colorida y pintoresca de su fachada y cúpulas, estas cúpulas que están por toda Rusia y no nos hartaremos de ver por lo bonita y diferentes que son todas. El interior es toda una pasada para los amantes de la pintura, todos los mosaicos están pintados en la pared, no hay cuadros con representaciones históricas o eclesiásticas, todo está hecho en las paredes al acceso de todos, por favor, pararos un momento a admirar los techos y la ostentosidad de las lámparas que alumbran la capilla.
Como anécdota “Durante la Segunda Guerra Mundial y el bloqueo de la ciudad, una bomba cayó encima de la cúpula más alta de la iglesia. La bomba no explotó y estuvo dentro de la cúpula de la iglesia durante 19 años. Sólo cuando los obreros subieron a la cúpula para remendar las goteras, la bomba fue encontrada y retirada.” Fuente Wikipedia.
Continuamos caminando por ese canal hacia dos de los pulmones de la ciudad, son los Jardínes de Verano (Ле́тний сад) y los Campos de Marte (Ма́рсово по́ле), ambos mandados a construir por el zar Pedro el Grande, con vegetación de todo el mundo y que con estas construcciones tanto de edificios como de zonas verdes quería enseñar al mundo el poder de Rusia en esa época.
Continuamos caminando por la vertiente sur del Rio Neva, en dirección al Hermitage, otra de las joyas de la ciudad, ya era de noche y pudimos admirar desde la Plaza del Palacio de Invierno, todo el complejo del Museo Hermitage. En el centro de la plaza la Columna de Alejandro vigila todo lo que allí ocurre.
Antes de ir a dormir, ese día tocaba admirar el espectáculo de la apertura de los puentes levadizos de San Petersburgo que se produce durante el verano, a simple vista no tiene nada de especial, pero es muy conocido porque no solo se abren los puentes para que puedan navegar los barcos libremente si no que hay un espectáculo musical cada noche. Importante no quedarse en una parte de San Petersburgo incorrecta, porque los puentes permanecen abiertos horas y horas, así que es mejor revisar bien los horarios. Os adjunto link con los horarios.
Durante los meses de Mayo y Junio, se producen las denominadas Noches Blancas, que básicamente 4 semanas en las que la puesta del sol no es completa y siempre existe una claridad latente incluso durante la madrugada. Muchas actividades se programan en esas semanas tanto de día como de noche. Muy interesante esta época para visitar la ciudad.
Nosotros vimos el espectáculo desde la orilla en el puente que está cercano al Hermitage, el puente del Palacio – Palace Bridge (Дворцо́вый). También existe la posibilidad de hacer un paseo en barco por todos los puentes.
Día 2.
Tras un breve desayuno en el restaurante bajo el hotel, para que cambiar si el primer día nos habían tratado genial, por lo general los desayunos en Rusia se basan en fiambres, tostadas de pan de centeno (panes oscuros) y salchichas rusas. Para los que le gusta el dulce también hay unas tortitas llamadas Blinis (блины) que se sirven con una crema agria y arándanos.
En este día decidimos invertir gran parte del día en ir al Museo Hermitage (Эрмитаж), es un gran complejo de cinco edificios donde el más relevante es el Palacio de Invierno, antigua residencia de los zares, y actualmente es donde se conservan las obras y esculturas más importantes, el Hermitage dispone de 3 millones de obras de arte que van desde la Edad de Piedra hasta el siglo XXI. Tanto si os gusta la pintura/escultura como si no, creo que es una visita que hay que hacer en esta ciudad, ya que puedes encontrarte todo tipo de objetos y todo en unas salas sensacionales que te trasladan a épocas antiguas.
En la parte de fuera del Hermitage podemos admirar la gran Plaza del Palacio que vimos por la noche, emergía la gran Columna de Alejandro (Алекса́ндровская коло́нна), en memoria del zar ruso Alejandro I y que por la mañana tuvimos suerte ver un coro militar ensayando ya que en pocas fechas habría una conocida festividad rusa donde los militares salían a las calles a desfilar.
Cruzamos a la otra orilla del rio Neva para disfrutar de la isla Vasilevski, desde uno de los puntos llamados Strelka (Стрелка), desde allí se puede ver el Hermitage por su parte posterior y también la Fortaleza de Pedro y Pablo visitaríamos al día siguiente. En esta isla aprovechamos y echaríamos un vistazo a alguno de los edificios más relevantes como el de la Antigua Bolsa (Здание Биржи), con un gran parecido a un templo griego, poco más adelante estaba el edificio del Museo de Antropología (Kunstkamera – Кунсткамера), otro los museos recomendables para entrar en la ciudad. Nos encontramos con el complejo Doce Colegios (Двeнaдцaть Коллегий), antiguamente sede de los distintos ministerios del reinado del zar Pedro I, pero que actualmente son parte de la residencia de la universidad de San Petersburgo y en nuestro recorrido de la isla llegamos hasta el Palacio Menshikov (Меншиковский дворец) que actualmente es sede del Museo de las Artes Aplicadas y parte del Hermitage.
Volvimos a cruzar el puente del palacio, esta vez hacia el Almirantazgo de San Petersburgo, que fue la sede de la Escuela de Almirantes Imperiales Rusos, el edificio es muy característico y de los más altos de la ciudad, es muy reconocible por si gran cúpula en forma de aguja que se puede ver desde cualquier punto de la ciudad. Ahora decidimos ir a ver uno de los símbolos de la ciudad, el Jinete de Bronce (Медный всадник) que es una escultura ecuestre del zar Pedro I, que se encuentra en la Plaza del Senado (Сенатская площадь) y muy cercano a los jardines de Aleksandrovskiy.
Llegamos a la última parada turística del día, era la gran Catedral de San Isaac (собор преподо́бного Исаа́кия Далма́тского), de religión ortodoxa rusa, por envergadura es uno de los edificios más altos y grandiosos de la ciudad donde destaca su gran cúpula con tintes dorados. La entrada consta en dos partes una la entrada a la nave central donde se pueden ver murales impresionantes y la gran cúpula desde abajo. Y la otra parte de la entrada es la de subir a la cúpula (también llamada Columnata) tras unos cuantos escalones, la verdad que las vistas desde allí arriba bien merecen el esfuerzo físico. Las dos entradas conjuntas nos costaron como 400rub (5,50 euros aprox). Desde allí pudimos ver también dos de los hoteles más importantes de la ciudad, el Hotel Anglaterre y el Hotel Astoria que durante el paso de los años han sido importantes edificios regentados por los zares.
Para terminar un gran día de turismo decidimos darnos un homenaje en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, el Cococo es uno de los referentes en cocina moderna, o cocina fusión, nosotros apostamos por una tabla de quesos, Pollo Kiev, Pato y para terminar el postre uno llamado “La flor favorita de mi madre” de chocolate.
Día 3.
Este día tocaba alejarse del centro de la ciudad hacia el sur, en búsqueda de los palacios más importantes, Palacio de Catalina en Pushkin (Екатерининский дворец) y Palacio Peterhof (Петергоф).
Antes de nada, es importante comprar con antelación las entradas a los dos palacios, ya que en verano hay colas de hasta 4 horas. Os dejo información de los amigos de Rusalia.com de donde poder comprar las entradas (Palacio de Catalina) y (Palacio Peterhof).
El monumental Palacio de Catalina se ubica en la localidad de Pushkin a unos 25 kms del centro de San Petersburgo, se puede llegar en Metro+Bus o transporte privado.
Fue construido en 1717 bajo el reinado de Catalina I, ya que como todas las dinastías europeas quería una residencia de verano fuera del bullicio de la ciudad.
El complejo dispone de otros edificios aparte del palacio y un gran lago con zonas ajardinadas para poder dar un agradable paseo si la climatología acompaña, dentro del complejo del Palacio podemos ver un gran numero de estancias y también las dos salas mas importantes son, el gran salón de baile que se usaba en la época para la recepción de autoridades y también para los famosos bailes de la nobleza y por supuesto la magnifica Cámara Ámbar, que está compuesto por baldosas, paredes, zócalos y muebles de Ámbar (una piedra preciosa compuesta de resina vegetal).
Como no pudimos comprar las entradas por Internet del Palacio de Catalina tuvimos que esperar como 4 horas para poder entrar, esto hizo que no pudiéramos ir al Palacio de Peterhof y fuéramos directamente a nuestro nuevo destino la Fortaleza de San Pablo y San Pedro (Петропа́вловская кре́пость).
Esta ciudadela fue mandada construir por el zar Pedro I en el año 1703, fue el origen de la actual San Petersburgo, actualmente dentro de ella hay una gran cantidad de museos interesantes, una catedral y hasta una playa!! Si si, una playa para que los habitantes de la ciudad puedan pasar los días de calor del verano.
Con esto terminaríamos nuestra visita turística a San Petersburgo, solo quedaría cenar en un lugar que nos habían recomendado, Katyusha Restaurant(Катюша ресторан), en la misma avenida Nevsky, donde podemos encontrar platos típicos como la sopa Borsch (борщок), es una sopa de verduras que se caracteriza por estar hecha con remolacha, de ahí su intenso color rojo, también probamos la conocida ensalada rusa, Olivier Salad (салат Оливье) y por ultimo unos Pelmenis (пельмени), que son como unos dumplings o gyozas rellenos de carne y acompañado por distintas salsas.
Tocaba descansar y madrugar para coger un tren a Moscú a las 5 de la mañana desde la cercana Estación de Tren de Leningrado.
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