Nos despertamos en la Gartmore House, ese alojamiento particular y muy acogedor, tomamos fuerzas en su coqueto restaurante y pusimos rumbo a nuestra primera parada del día el Priorato de Inchmahome, totalmente un lugar que no viene indicado en el top-10 de las atracciones que visitar en Escocia, pero que realmente fue un descubrimiento muy bueno. Tomamos la carretera A81 desde la Gartmore House en dirección a la pequeña localidad de Port of Menteith, todo esto dentro del Parque Nacional del Lago Lomond y las Trossachs.

Allí hay un pequeño embarcadero en el cual poder coger una pequeña embarcación a motor, hasta este priorato situado en una isla en medio del lago Menteith, en ella se encuentra todo el complejo del Priorato de Inchmahome, las paredes que aún quedan en pié emanan la historia de Escocia y merece mucho la pena pasear por sus tranquilos jardines, así como sentarse en un banco a contemplar la tranquilidad de los escoceses pescando en una pequeña barca.
MAPA (Itinerario seguido):
Pues pusimos rumbo a un pequeño pueblo que nos habían recomendado Balloch, es el pueblo mas al sur del Lago Lomond (uno de los mas grandes de Escocia), pero una piedra en el camino se nos interpuso en el rumbo hacia la localidad, y esto es literal, una piedra reventó la rueda izquierda de nuestro Vauxhall Astra, tras varios intentos de cambiar la rueda, y varias anécdotas con la policía escocesa, el hombre de la asistencia nos consiguió cambiar la rueda con una facilidad pasmosa. Como había que cambiar el coche, tuvimos que ir al Aeropuerto de Glasgow a una velocidad moderada, cambiar el coche y también hacer el check-in en el hotel del mismo aeropuerto Holiday Inn Glasgow Airport. Al final nuestro paseo por Balloch no pudimos hacerlo, así que dedicamos toda la tarde a visitar la gran ciudad de Glasgow.
Una vez que nos cambiaron el vehículo, fuimos al centro de

Glasgow a realizar un paseo, aprovechando que anochecía tarde nos dio tiempo a ver todo el casco histórico y algún lugar más, empezamos por la Buchanan y Argyle Street, son dos calles que cortan en forma de cruz, por donde se puede ver toda la actividad económica y social de la ciudad escocesa, subiendo por Buchanan Street hacia el norte nos encontramos muchos centros comerciales, el Argyll, y Princess Square, desde fuera parecen comercios normales ya que han respetado las fachadas clásicas que hay por la ciudad, pero dentro es otro mundo, el lujo y los avances tecnológicos.
Continuamos por esa calle y nos encontramos una clásica «Police Box» que son pequeñas casetas azules donde antiguamente se ubicaban pequeñas comisarías, básicamente consistían en una cabina instalada en un lugar público que por dentro se acondicionaba como una comisaría de policía en miniatura, con un teléfono, un libro de incidencias y un kit de primeros auxilios.
Posteriormente vimos el edificio de la Galería de Arte Moderno de Glasgow, que en su interior tiene la oficina de turismo de la ciudad y de la región.

Caminando por la calle Buchanan, al final de la misma se vislumbraba la silueta de una iglesia, esa es la iglesia de St. Geroge del siglo XIX, tomando calle St George Street, la siguiente parada era la plaza de St. George, una plaza enorme que es otro de los grandes puntos neurálgicos de la ciudad, donde se encuentran grandes edificios de oficinas y también varios monumentos como por ejemplo The Cenotaph que es un monumento en memoria de los ciudadanos de Glasgow fuero abatidos en la Segunda Guerra Mundial, en el centro de la plaza está una gigante estatua del conocido Sir Walter Scott, y mirando al este, podemos encontrar el gran edificio del City Chambers, el Ayuntamiento de la ciudad de Glasgow.

Para conocer otra de las partes representativas de la ciudad, tuvimos que seguir andando por George Street hasta cruzar con High Street que nos llevaría a la Catedral de Glasgow, una pena no haberla podido ver por dentro, ya que estaba cerrada cuando llegamos. Esta catedral es de estilo gótico, se empezó a construir en el año 1136 y se terminó en año 1197.

Subimos a uno de los puntos mas altos de la ciudad, la Necrópolis de Glasgow, que como ya habréis podido imaginar es uno de los cementerios que tiene la ciudad, de estilo victoriano, alberga mas de 50.000 tumbas y panteones. Al estar situada en una colina se pueden contemplar unas bellas imágenes de la ciudad. Bajamos hacia el sur para

conocer una de las entradas de la ciudad, la Tolbooth Steeple una torre de algo mas de 38 metros de altura que servía antaño para el control de vehículos a la ciudad. Con rasgos parecidos al Big Ben de Londres. Continuamos nuestro camino y pasamos por la zona de Merchant Square, una zona llena de restaurantes y bares y esto nos abrió el apetito para cenar algo antes de volver al hotel.
Elegimos una cadena de restaurantes JD Wetherspoon de un precio asequible, este local se llama The Counting House – JD Wetherspoon, este estaba pegado a la St. George Street, tras cenar, continuamos de camino al parking donde habíamos dejado el coche, y finalizamos la visita de la ciudad viendo algunas de la obras de arte en forma de murales que tienen algunas callejuelas. Existe un mapa con todos los murales que se pueden ver por la ciudad, descargarlo aquí Glasgow City Mural Trail.
Al día siguiente a las 07:00 horas tocaba la vuelta a España, desde el Aeropuerto Internacional de Glasgow Paisley, como teníamos el hotel pegado a la terminal no fue difícil llegar hasta allí y ahorramos bastante tiempo.
Con esto concluye este Road Trip por Escocia y sus Highlands Meridionales en el que hemos podido ver todo tipo de paisajes, disfrutar de naturaleza de este país, hacer un poco de deporte por sus caminos de senderismo y kayak en sus lagos. Disfrutar de una gente maravillosa y sobre todo de una gastronomía distinta a la que podamos disfrutar todos los días.